Mujeres del monte santiagueño: trabajo artesanal y comercio justo

Mujeres del monte santiagueño: trabajo artesanal y comercio justo

Por Natalia Zlachevsky – Mora Laiño
En una oficina del piso 36 de Wall Street, el distrito financiero de Manhattan, se despliega una alfombra de ocho metros tejida artesanalmente por Nelly, una mujer de Santa Rosa, un paraje aislado de Santiago del Estero.
En esa zona, un grupo de mujeres teleras e hilanderas integran la Asociación “Huarmi Sachamanta” (mujeres del monte) y su producción es el principal sustento económico de sus familias. Alfombras tejidas a mano que viajan desde el monte santiagueño hasta Nueva York, más de 7 mil kilómetros.
Como parte del trabajo en territorio de Ingeniería Sin Fronteras Argentina, se realizó un relevamiento sobre el proceso de producción textil que llevan adelante estas mujeres. Su trabajo es íntegramente manual. Cada alfombra es una pieza única, confeccionada artesanalmente. Desde la lana de oveja, que seleccionan e hilan para formar la madeja, hasta la búsqueda de las tinturas naturales que provienen de las plantaciones del monte, el aprovisionamiento de agua para el lavado, y la confección en los telares; artefactos instalados en sus casas, de fabricación muy casera con troncos de árboles de la zona o con tablas de madera, los más modernos.
En Santiago del Estero, el trabajo en telares está asociado a actividades femeninas, que realizan las mujeres con sus hijas, aunque en la práctica muchos varones colaboran en distintas tareas, desde el lavado hasta la confección de las alfombras. En muchos casos, el hilado y el tejido se convierten en la principal actividad productiva de las familias.
Cuando tenía 15 años, Nelly se capacitó en una escuela de artes y oficios tradicionales de un paraje rural cercano, Blanca Pozo. La capacitación duró años, no es nada fácil tejer en telar. Una vez que las hilanderas convierten los pedazos de lana en una madeja, ayudadas por una rueca, quienes tiñen la lana y tejen las alfombras son las teleras. Hace algunos años que Nelly y otras mujeres forman parte de la Asociación, que llegó a integrar a alrededor de 50 mujeres de la zona, entre teleras e hilandera. Las “Huarmi Sachamanta” sostienen una lógica de trabajo comunitario, en cuestiones administrativas, además de compartir materiales de trabajo y un banco de lana.
El proceso de comercialización del producto final incluye intermediarios, generalmente de Buenos Aires, que compran las alfombras a las mujeres de Santiago del Estero para luego venderlas a Nueva York u otras ciudades del mundo, fijando un nuevo precio de venta.
El comercio justo es un  sistema alternativo de comercialización, solidario, transparente y cooperativo, basado en un trato igualitario y una retribución económica equitativa, cuidadoso del medio ambiente y respetuoso del trabajo artesanal. Algunas condiciones que debería incluir este sistema de comercio son:
  • Etiquetado con el nombre del artesano para visibilizar su trabajo.
  • Negociación de precios basada en la transparencia.
  • Generación de oportunidades y acceso a financiamiento para productores y productoras en desventaja económica.
  • Condiciones de trabajo dignas; erradicación del trabajo infantil o forzoso.
  • Igualdad de género y libertad de asociación.
  • Respeto por el medioambiente.
Cada alfombra que viaja es una oportunidad para visibilizar los saberes de las “Huarmi Sachamanta”, sus diseños únicos y el proceso de producción artesanal. Junto con las tramas que tejen sus manos viaja también el trabajo de familias enteras que no conocen el destino final de sus piezas. Promover prácticas de comercialización éticamente responsables y socialmente justas que rescaten su cultura y sus saberes, puede darles mayor autonomía a las mujeres del monte santiagueño.