
Ampliación de escuela agrícola
Ampliamos la Escuela Agrícola EFA Avellaneda en Colonia Dora, Santiago del Estero. Se trata de una escuela que recibe a jóvenes de más de 60 parajes rurales dispersos en el monte santiagueño, quienes acceden a educación secundaria y conocimientos que aplican en sus comunidades. Dada la alta demanda en la zona, construimos dos aulas para 48 estudiantes cada una y un módulo con dos habitaciones para docentes. Esta obra permitió duplicar la matrícula de la escuela y favorecer el desarrollo de las familias rurales.

Impacto
0
Jóvenes por año
0
m² transformados
0
Voluntarias/os
Trabajamos con:
- Comunidad: Escuela de la Familia Agrícola Avellaneda
- Sector público: Municipalidad de Colonia Dora
- Empresas: Guzmán Trejo Ingenieros, Penta-Ka, JG Electricidad, ADIMRA, Flechabus, Marsh SA, Corralón El Amigo, Norlit SRL.
- Voluntarios de IngOG (ISF-Suiza) y voluntariado de ISF-Ar.








Testimonios
La vida cotidiana es un desafío para las familias del medio rural. Faltan muchos servicios: salud, electricidad y agua, derechos básicos. Tienen tan naturalizadas esas faltas de recursos que le ponen el pecho a todo y hacen los esfuerzos para seguir. Son familias llenas de esperanza que apuestan a un futuro cada vez mejor y prometedor para sus hijos.

Diana Rivero
Coordinadora de la EFA
Cuando viajábamos a Santiago del Estero, la EFA era nuestro segundo hogar. Habitando la escuela, conocimos la problemática que tenían: la demanda de jóvenes rurales crecía, pero no contaban con las aulas suficientes. Ahí nos organizamos y empezamos a construir.

María Hernández
Coordinadora del proyecto ISF-Ar
Encontrarnos con ISF-Ar ha sido volver a creer en el compromiso social, en la entrega por los demás. Cuando los conocimos, ISF-Ar recién se formaba y juntos hemos ido creciendo. En la EFA todo lo hacemos pensando en los chicos: eso es lo que más nos potencia.

Paulo Otrera
Director de la EFA
La vida cotidiana es un desafío para las familias del medio rural. Faltan muchos servicios: salud, electricidad y agua, derechos básicos. Tienen tan naturalizadas esas faltas de recursos que le ponen el pecho a todo y hacen los esfuerzos para seguir. Son familias llenas de esperanza que apuestan a un futuro cada vez mejor y prometedor para sus hijos.

Diana Rivero
Coordinadora de la EFA
Cuando viajábamos a Santiago del Estero, la EFA era nuestro segundo hogar. Habitando la escuela, conocimos la problemática que tenían: la demanda de jóvenes rurales crecía, pero no contaban con las aulas suficientes. Ahí nos organizamos y empezamos a construir.

María Hernández
Coordinadora del proyecto ISF-Ar
Encontrarnos con ISF-Ar ha sido volver a creer en el compromiso social, en la entrega por los demás. Cuando los conocimos, ISF-Ar recién se formaba y juntos hemos ido creciendo. En la EFA todo lo hacemos pensando en los chicos: eso es lo que más nos potencia.

Paulo Otrera
Director de la EFA
La vida cotidiana es un desafío para las familias del medio rural. Faltan muchos servicios: salud, electricidad y agua, derechos básicos. Tienen tan naturalizadas esas faltas de recursos que le ponen el pecho a todo y hacen los esfuerzos para seguir. Son familias llenas de esperanza que apuestan a un futuro cada vez mejor y prometedor para sus hijos.

Diana Rivero
Coordinadora de la EFA
Cuando viajábamos a Santiago del Estero, la EFA era nuestro segundo hogar. Habitando la escuela, conocimos la problemática que tenían: la demanda de jóvenes rurales crecía, pero no contaban con las aulas suficientes. Ahí nos organizamos y empezamos a construir.

María Hernández
Coordinadora del proyecto ISF-Ar
Encontrarnos con ISF-Ar ha sido volver a creer en el compromiso social, en la entrega por los demás. Cuando los conocimos, ISF-Ar recién se formaba y juntos hemos ido creciendo. En la EFA todo lo hacemos pensando en los chicos: eso es lo que más nos potencia.

Paulo Otrera
Director de la EFA
La vida cotidiana es un desafío para las familias del medio rural. Faltan muchos servicios: salud, electricidad y agua, derechos básicos. Tienen tan naturalizadas esas faltas de recursos que le ponen el pecho a todo y hacen los esfuerzos para seguir. Son familias llenas de esperanza que apuestan a un futuro cada vez mejor y prometedor para sus hijos.

Diana Rivero
Coordinadora de la EFA
Cuando viajábamos a Santiago del Estero, la EFA era nuestro segundo hogar. Habitando la escuela, conocimos la problemática que tenían: la demanda de jóvenes rurales crecía, pero no contaban con las aulas suficientes. Ahí nos organizamos y empezamos a construir.

María Hernández
Coordinadora del proyecto ISF-Ar